¡No que no!

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Sábado, 20 de Diciembre de 2008 03:23

El titular espurio de la Secretaría de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, finalmente reconoció que “el catarrito se convirtió en neumonía” / Insisten en interpretar que la crisis se extiende porque tiene “un alta dosis de efecto psicológico” MEXICO, D.F.,19 de diciembre (LA JORNADA).- Diez meses después que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, consideró que la recesión económica en Estados Unidos sólo provocaría un catarrito en México, su homólogo de gabinete, Gerardo Ruiz Mateos, titular de la Secretaría de Economía, aseguró ayer que “el catarrito se convirtió en neumonía”. Así respondió el funcionario cuando, en una reunión de reporteros, se le solicitó informara sobre los resultados que han dado las medidas anticíclicas adoptadas por el gobierno federal desde que, en febrero pasado, Carstens habló del catarrito, al tiempo que anunció que en las primeras semanas de 2009 se darán a conocer nuevos planes y programas dirigidos a cuidar el empleo y, con ello, la economía familiar. “Los programas han ido incrementando en función de lo que consideramos era un catarrito que se convirtió en una neumonía, pero finalmente ahí están las cifras del crecimiento y de generación de empleo. El país va a crecer este año, vamos a crecer cerca del 2 por ciento, 1.8 o 1.9 por ciento (del Producto Interno Bruto)”, señaló el secretario, quien introdujo una nueva interpretación sobre la crisis al asegurar que si ésta produce temor entre la gente se debe a que existe “una alta dosis de efecto psicológico”. Ruiz Mateos advirtió sobre los saldos negativos que registrará la economía nacional al cierre de 2008. La tradicional pérdida de 200 mil empleos formales que históricamente se ha registrado durante diciembre, dijo, podría elevarse a 250 mil puestos con la crisis mientras que la captación anual de la Inversión Extranjera Directa (IED) podría quedar en 17 u 18 mil millones de dólares, lo que representaría un 17 por ciento por abajo de los 20 mil millones de dólares pronosticados originalmente por la administración de Felipe Calderón. Para 2009, insistió que se espera un crecimiento de entre el 1.5 y 1.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con los lineamientos de política económica y salvo la revisión que realice la Secretaría de Hacienda, pero consideró “muy aventurado” hacer un cálculo sobre el número de empleos que se podrían perder o los nuevos puestos de trabajo que se generarán. “El primer semestre va a ser muy difícil, sobre todo para el sector exportador -automotor, manufacturero, eléctrico, electrodoméstico—, pero para el segundo semestre esperamos que se empiece a enderezar y empiece a haber tasa de crecimiento y se generen empleos. Pero no vemos una pérdida de empleos masiva como en 1995, no vemos que se pierdan 750 mil empleos”, dijo. La dosis psicológica de la crisis Para el Secretario de Economía si actualmente la gente está “apanicada”, se debe a que esta crisis tiene “una alta dosis de efecto psicológico”, dada la complejidad del problema y el exceso de información que se ha generado, ya que ni siquiera los expertos, dijo, conocen la dimensión real del problema. “Es evidente que cuando existe un problema difícil de entender, a la gente, como nosotros, lo desconocido le genera miedo. Es como cuando uno oye un ruido en su casa y no sabe si es un ladrón o una rata, mientras ve qué es, se imagina lo peor y toma las consideraciones necesarias y hace lo que puede. Eso es un poquito del efecto psicológico que está sucediendo”, explicó. Pero ponderó que el gobierno está usando “todo lo que tiene para cuidar el empleo y la mejor manera de cuidar la economía familiar es protegiendo el empleo, no hay duda de eso”. Puso como ejemplo, el caso de los paros técnicos en que han incurrido algunas empresas automotrices para mantener su plantilla laboral: “Yo, como trabajador, prefiero irme a mi casa con el 60 por ciento de mi salario con el empleo asegurado, que irme a la calle con mi liquidación”, puntualizó.

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