lunes, 22 de diciembre de 2008

Decapitan a militares

Dec
22
2008
Decapitan a militares

* Ocho miembros del Ejército y un ex director de la Policía Preventiva estatal fueron degollados en Guerrero y sus cabezas terminaron abandonadas en un centro comercial de Chilpancingo / Mensaje amenazante a los militares / Otros tres decapitados aparecieron en la capital guerrerense
CHILPANCINGO, Gro., 21 de diciembre (EL UNIVERSAL/AFP/AP).- Los cadáveres decapitados de nueve personas, ocho de ellos militares y un ex director de la Policía Preventiva estatal, fueron encontrados en la madrugada del domingo en dos parajes diferentes de la autopista Acapulco-Cuernavaca, en la periferia, al norte de Chilpancingo.
Las cabezas de las víctimas fueron abandonadas a un costado de la tienda ``Sams Club’’, al sur de Chilpancingo, dentro de una bolsa negra de plástico junto con mensaje sin firma en el que se advertía que ``por cada uno que maten yo les voy a matar a diez militares’’.
El hallazgo fue parte de una jornada de violencia que incluyó la ejecución de otros cuatro hombres cuyos cadáveres —uno de ellos partido a la mitad— fueron encontrados en el río Cuetzalapa, municipio de Iguala, así como el asesinato del comandante de la Policía Comunitaria y su esposa en el municipio de Quechultenango.
Además, las autoridades locales informaron que tres cadáveres más, también decapitados, fueron encontrados el domingo, en una aldea a las afueras de Chilpancingo.
A ello se agrega que el sábado por la noche el soldado Antonio Venanzio Diéguesultó herido al ser atacado a balazos desde una camioneta Cherokee, frete al bar ``El Faraón’’, del bulevar Vicente Gerrero en la capital del estado.
Seis de los cuerpos decapitados fueron arrojados cerca del crucero Chicihualco de la Autopista Cuernavaca-Acapulco, y otros tres en el kilómetro 95 de la carretera federal México-Acapulco, según la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del estado.
Según trascendió, sin confirmar, los militares habrían sido interceptados al azar durante el sábado cuando salían de descanso de las instalaciones del 41 batallón de infantería de la XXXV Zona Militar con sede en Chilpancingo.
Fuentes policíacas locales indicaron que el asesinato de militares estaría relacionado con un enfrentamiento el viernes en municipio de Teololapan, en la región norte de Guerrero, donde los soldados persiguieron y coparon a por lo menos 13 pistoleros, 10 de los cuales huyeron y tres resultaron muertos.
Entre las víctimas se identificó a Simón Wenses Martínez, quien había sido director de la desaparecida Policía Judicial del Estado durante el sexenio del gobernador José Francisco Ruiz Massieu. El ex funcionario había sido secuestrado en la noche del sábado pasado afuera de la plaza de toros de Chilpancingo.
Personal de la Zona Militar XXXV, con el rostro cubierto, que custodian las instalaciones del Semefo en Chilpancingo donde se encuentran los nueve cadáveres, impidieron a reporteros gráficos tomar fotos e incluso llegaron a quitarles las cámaras.
En tanto, el gobernador del estado, el perredista Zeferino Torreblanca Galindo, luego de participar en el tradicional ``Paseo de El Pendón’’, por las principales calles de Chilpancingo fuertemente vigiladas, dijo que la situación de inseguridad que permea a nivel nacional es un tema ``difícil’’.
Así, ocho de los nueve decapitados que fueron localizados la madrugada del domingo en el estado mexicano de Guerrero (sur) son militares, informó el Ejército mexicano a través de la Secretaría de la Defensa (Sedena).
“Fueron localizados los cuerpos sin vida de ocho militares en la ciudad de Chilpancingo, quienes en sus cuerpos presentaban signos de tortura y desprendimiento de cráneo”, informó la Sedena en un comunicado.
La Sedena atribuyó este ataque a una reacción del crimen organizado como consecuencia “los fuertes golpes del Ejército y Fuerza Aérea” y que han provocado una “merma” entre esos grupos.
Inicialmente, el servicio médico forense informó que siete de los cuerpos de los decapitados habían sido identificados como militares, uno más era un civil de profesión abogado y otro permanecía en calidad de desconocido, aunque finalmente fue identificado como militar. Los decapitados, todos de sexo masculino, fueron localizados la madrugada del domingo en una transitada avenida de Chilpancingo dentro de bolsas de plástico, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.
“Entre las 03H00 y las 04H00 (09H00 y 10H00 GMT) se localizaron nueve cabezas dentro de bolsas de plástico y unas tres horas después se encontraron los cuerpos en lugares distintos. Todas las víctimas son de sexo masculino”, indicó el parte policial de la SSP.
Un oficial, que pidió no ser identificado, dijo a la AFP vía telefónica que a un lado de las cabezas había un mensaje con una amenaza escrito en una cartulina, aparentemente relacionado con el tráfico de drogas.
“Esto le va a pasar a todos los guachos (soldados) por pasados de verga. Esta es una de cal por las que van de arena. Por cada elemento que nos maten, les vamos a matar a diez. Hijos de su puta madre. Atentamente: Ya saben quien”, decía el mensaje, según el oficial.
“Posteriormente se reportó el hallazgo de tres cuerpos decapitados en un lugar a unos cinco kilómetros de distancia y los otros seis en otra zona cercana”, añadió el reporte policial, que precisó que en las víctimas se observaban “señales de tortura”.
Guerrero es uno de los estados donde los carteles del Golfo y el de Sinaloa, aliado con las organizaciones criminales locales, libran una lucha de territorios y en los últimos dos años se han registrado al menos tres episodios de decapitaciones, incluidas las de dos policías federales. Sin embargo, este ha sido el golpe más duro que ha sido propinado al Ejército mexicano, la parte medular de un operativo federal de más de 36.000 elementos desplegados para combatir el crimen organizado, al cual se atribuyen más de 5.300 muertes violentas.
En versión de la Sedena, se confirmó que los días 9, 20 y 21 de diciembre fueron localizados en Chilpancingo los cuerpos sin vida de ocho militares que presentaban signos de tortura y desprendimiento de cráneo.
En un comunicado, en el que identifica a cada uno de los militares asesinados, la Sedena atribuyó los homicidios ``a los fuertes golpes que el Ejército y Fuerza Aérea mexicana han dado a las organizaciones criminales de esa entidad federativa’’.
La dependencia informó que hos golpes han provocado una merma tanto funcional como económica de las organizaciones criminales, ``quienes tras la ofensiva emprendida por el gobierno federal se sienten acorralados y debilitados, respondiendo con estos actos cobardes que pretenden amedrentar las acciones que realiza este instituto armado’’, sostuvo.
Precisó que el 9 de diciembre fue localizado en Chilpancingo el cuerpo del sargento primero de infantería Carlos Alberto Navarrete Moreno.
Los días 20 y 21 de diciembre fueron encontrados los cadáveres del capitán segundo de infantería Ervin Hernández Umaña, del cabo de infantería José González, el también cabo Juan Muñoz Morales; los soldados de infantería Julián Teresa Cruz y Catarino Martínez Morales, el sargento primero de informática Juan Humberto Tapia Romero y el sargento segundo jardinero Ricardo Marcos Chino.
La dependencia detalló que las autoridades correspondientes realizan las investigaciones del caso y ratificó su compromiso de continuar combatiendo al narcotráfico para recuperar los espacios que ha ocupado ``y brindar la seguridad y paz social que reclaman los mexicanos’’.
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