Los hermanos Zavala...
El caso de las lacras amarillas (que no tienen remedio) ya hizo agua en el ánimo de López Obrador (y, aunque no lo parezca, de millones de mexicanos), que lanzó en su discurso, en el marco de su interminable gira por los distintos municipios del país, el tubazo marca ACME al descubrir el hilo negro en el TEPJF, que está controlado por la mafia política. La derivación del estupendo coscorrón llega indudablemente a la puerta de esos… esos… chuchos, que gracias al pago, perdón (serán las ganas de vacacionar), fallo, ahora ya tienen partido, partida$$ y la posición correcta (o sea, inclinada) para dejarse fajar por el GymboreeFelipe Calderón. y Pero la joya de la corona del tabasqueño es que Andrés Manuel ayer comenzó con su segundo capítulo al haberse fragmentado ya la dizque concordia y civilidad política amarilla. El epicentro de sus discursos será que su movimiento está por encima de afiliaciones políticas… sugestivo, ¿no le parece? Léase como que con esos… esos… chuchos ni a la esquina, y mucho menos en la boleta electoral.
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