Hoy en el Correo Ilustrado de La Jornada

Carlos Salinas replica artículo de John Ackerman
Respecto del articulo del señor John Ackerman aparecido hoy en La Jornada, le solicitamos sean publicadas las siguientes precisiones en su prestigiado diario. El IFE se estableció en 1990 para crear una institución confiable, imparcial y transparente. John Ackerman omite mencionar la reforma al IFE de 1994: a pesar de que el PRI tenía entonces votos suficientes para hacer por sí solo la reforma constitucional, se procedió al diálogo y se logró el consenso entre PRI, PAN, PRD además de la mayoría de los otros partidos. La de 1994 fue la única reforma aprobada por los tres grandes partidos, y puso por primera vez en manos de ciudadanos el control de las elecciones. José Woldenberg ha señalado que “se estableció que los órganos colegiados del IFE, todos los niveles, también quedarían conformados por al figura de los ‘consejeros ciudadanos’. Este factor, ‘ciudadanizador’… constituyó uno de los principales mecanismos en favor de la confianza.” Seis consejeros ciudadanos fueron elegidos en 1994, quienes controlaron al nuevo IFE. Estos ciudadanos destacaron por su imparcialidad y calidad profesional y nunca dudaron en defender sus principios democráticos. Ellos fueron: José Woldenberg, Miguel Ángel Granados Chapa, Santiago Creel, José Agustín Ortiz Pinchetti, Ricardo Pozas Horcasitas y Fernando Zertuche Muñoz. La elección presidencial de 1994 fue reconocida por la ONU, la cual destacó la ciudadanización del IFE (además de la credencial con fotografía, el nuevo padrón, los debates entre candidatos y los resultados el mismo día de la elección) como los elementos que dieron confianza y certidumbre al resultado de ese proceso electoral. No se requirió que el PRI perdiera la presidencia para que esa elección fuera reconocida como democrática. La reforma de 1994 fue un paso fundamental en la construcción de instituciones para la democracia en México.
Agradeciendo de antemano sus atenciones, esperamos se sirva publicar nuestra réplica en su prestigiado medio.
Oficina del licenciado Carlos Salinas de Gortari

Ackerman responde a Salinas
Llama la atención que sea precisamente el señor Salinas, y no el IFE, el PRI, los consejeros electorales o los diputados federales, quien responda a mi artículo sobre la reconquista del instituto electoral por el tricolor. ¿Será que el desprestigio del IFE llega a tal grado que hoy el ex presidente es el único dispuesto a reivindicar su supuesta “independencia”?
Para salvar su reputación histórica, Salinas también defiende la limpieza de las elecciones de 1994. No hay duda que los distinguidos “consejeros ciudadanos” de aquel momento hicieron todo lo posible por asegurar una elección pulcra y equitativa. Sin embargo, fueron nombrados apenas tres meses antes de los comicios y en aquel momento el IFE todavía estaba encabezado por el secretario de Gobernación y manejado enteramente por funcionarios ligados al PRI. El resultado fue una elección ampliamente cuestionada y profundamente inequitativa. En su evaluación, Alianza Cívica declaró que “quienes pretenden hoy, ingenua o interesadamente, celebrar la calidad de la elección, contribuyen a ampliar el abismo que nos separa del sufragio efectivo y de procesos electorales creíbles y transparentes. Así no se construye la democracia”.
La incipiente democracia que hoy tenemos no la debemos al PRI ni a Salinas, sino al esfuerzo y perseverancia de una oposición democrática que no ha cesado en su lucha por acabar con la simulación y el autoritarismo heredados del régimen del partido del Estado.
John Ackerman