Feb 05 2009 |
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Gilberto Balam Pereira
Daños al patrimonio de la humanidad
Daños al patrimonio de la humanidad
Defendemos y protestamos por los daños que mercachifles de la mercadotecnia y de la electrónica, además de políticos corruptos, están ocasionando en Teotihuacan, por el show Esplendor de Teotihuacan, propiciado por el gobernador Peña Nieto con fines futuristas por su ambición de llegar a Presidente de la República.
Pero es que en nuestro caso, no conocemos pronunciamientos de investigadores ni de antropólogos yucatecos, ni indigenistas que denuncien los daños que se han venido efectuando en Chichén Itzá. La mayoría tiene compromisos con la esfera gubernamental, o sus familiares están vinculados al medio oficial o en el mejor de los casos, no les interesa el asunto. Son esos que se venden por un plato de lentejas a cambio del soborno político o del chambismo. Mentira que sean de izquierda o indigenistas. Charlatanes.
“Cuando los españoles llegaron al mundo maya postclásico en el siglo XVII, no lo hicieron en calidad de amantes del arte, sino como conquistadores en busca de riqueza.
La historia se repite, pero con mayor perversidad de nuestras autoridades e instituciones responsables.
En Teotihuacan, con el permiso del INAH, el gobierno del Estado de México colocó taquetes metálicos de expansión en las piedras milenarias (como es sabido, los taquetes al expandirse, provocan un sinnúmero de fisuras interiores).
En Chichén Itzá, con los conciertos dados, el equipo de sonido empleado (amplificadores) emite percusiones (30 a 110 decibeles), las cuales en los sonidos “graves”, sus ondas de choque (vibración) pueden provocar desprendimiento de los recubrimientos de las piedras (estucos).
Además el transporte empleado en el montaje y desmontaje de estos “actos culturales”, son por medio de camiones pesados (de 5 a 20 toneladas), que al pasar por los caminos empedrados de la zona (diseñados para el tránsito peatonal = 1 Kg. por cm2), el equipo pesado produce un impacto de 20 a 30 Kg. por cm2, la piedra caliza de los empedrados tiene un límite a la fractura de apenas 5 kg. por cm2, por lo que es fácil deducir el daño producido a estos caminos”.
Es lo que opina el arquitecto Rafael Castilleja Rocha, estimado compañero de CND-Yucatán.
Y recordar que a los indígenas mayas se les prohibía el uso de caracoles en sus ceremonias, que porque los sonidos podían perjudicar las construcciones.
Esto que tratamos tiene que ver con los daños físicos de los edificios y del medio ambiente. Pero hay otros aspectos, los sociales, los culturales y los económicos.
El principal daño social es la discriminación a artesanos que venden sus productos en la zona y que pronto serían injustamente desalojados por el interés que tienen los propietarios de establecer allí sus propias tiendas sofisticadas de curiosidades.
Los aspectos culturales son los históricos, los de la soberanía y la identidad de los yucatecos que para la “casta divina” son cuentos chinos. Para la “casta”, los gobiernos y los propietarios, lo que cuenta es su ambición por acumular riqueza desde el renglón del turismo, entre otros.
¿Por qué no citar a comparecer, repito, a los responsables de las instituciones en la Cámara de Diputados para que, como gente de razón (?), expliquen ¿qué motivaciones tienen para permitir tantas consideraciones a mercachifles y expoliadores de la cultura y del patrimonio de los mayas? No me explico porqué no quieren comparecer. ¿Hay opacidad en las cuentas del negocio de los llamados “conciertos”? ¿Negligencia? ¿Desprecio a la población que quiere informarse sobre el quehacer de los funcionarios? ¿Vergüenza (creo que un poco les queda) por dar la cara? Pobres. Qué lástima. Pero también la Comisión de Cultura de la Cámara, ¿qué nos cuenta? Me pregunto si todavía existe esa representación de “Cultura”, no sé si precisamente integrada por cultos.
¿Dónde quedaron los “investigadores sociales” que no externan ninguna opinión sobre el problema?, porque sí es un problemón histórico de los yucatecos. ¿Es que los mariachis callaron de nuevo? Es que las cuestiones de la historia, la cultura, la soberanía no cuenta para el neoliberalismo. La verdad es que tengo muchísimos amigos que se han proclamado defensores de la cultura maya y por los derechos sociales de los mayas. ¿Dónde están ellos? ¿Por qué no organizar un frente amplio y pedirle a la C. Gobernadora que intervenga para la expropiación de la Maravilla del Mundo? ES DEL MUNDO, NO DE LOS BARBACHANO. ¡ENTIÉNDASE! ¿Qué dicen esos dos o tres grupitos de catrines desclasados que se las dan de indigenistas y llevan en maya el membrete de su grupúsculo? Sí, me refiero a los “Maya On…” a los “Maya Chen tu Tuz…” y otros con nombres parecidos. Sólo están medrando y disfrutando a nombre de los mayas.
Digamos ¡No a la privatización de Chichén Itzá! ¡No al enriquecimiento de los mercaderes de la cultura! ¡Levanten la voz los yucatecos concientes! ¡Sí a los derechos humanos de los indígenas mayas!
Por Esto!
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